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María Teresa Guerrero Crítica de arte, curadora, docente |
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El pintor siente y habla a través del color Educa su visión, encuentra su lenguaje, recrea los medios y crea su estilo para contar los diferentes enfoques y soluciones de los temas. Dentro de los seis elementos básicos que trabaja el artista el de mayor atracción para el pintor es el color. Es a través de él que transmite sus emociones y da el énfasis al motivo, interpuesto entre el pintor y la obra. EXPLOSIÓN DEL COLOR, muestra integrada por cuatro artistas Uniandinas, procedentes de épocas y sistemas educativos distintos, son ellas: Fanny Sanín, Rosa Sanín, Luz Helena Caballero y Carolina Villamil. Esta exposición hace parte del proyecto de exposiciones colectivas: TRAYECTOS. El color, dicta emociones, pasiones, sensaciones, dialoga con la vista y entreteje mundos que llevan a la pintura a lugares inimaginables, a concepciones variadas e infinitas. El final que tanto le han pronosticado a la pintura, -para los que lo desean-, están fracasando con su teoría. La pintura esta llamada a renovarse, a reinventarse, a ser cada vez más variada. Siempre existirán artistas apasionados por los dictámenes de la pintura. Dentro de estas postulaciones, hasta el momento la historia de las formas, y en especial, la historia de la pintura, recrea y explora inconstantemente la aventura pictórica. La pregunta de todo pintor: "qué es lo que quiero....?" Ella será la frecuente incógnita a solucionar su curiosidad y no cesa en las mentes que hablan primordialmente a través del color. Las cuatro artistas dibujan y marcan territorios de color con elocuencias y órdenes distintos. Mientras Rosa Sanin, Luz Helena Caballero y Carolina Vlllamil trabajan un dibujo libre, buscando el encanto de la libertad abstrayendo las formas de la naturaleza en ocasiones enriqueciéndola con el arabesco o las ondulaciones del agua, Fanny Sanin busca la precisión apoyada en la geometría, cuyas formas nos trasladan o evocan la arquitectura con planteamientos simétricos, dentro de formas equilibradas y dictadas por las reglas del clasicismo. En Fanny Sanin, el elemento luz, lo introduce no bajo la concepción tradicional. No es la luz dirigida o de evidente procedencia. El concepto de luminosidad esta en las vibraciones del color, genera atracción y variedad en cada una de las obras, proyectando espacios infinitos y profundos. En el caso de Rosa Sanín, Luz Helena Caballero y Carolina Villamil la luz es plena. Las cuatro artistas, desde sus inicios toman conciencia de su ser, se definen como "pintoras", como artistas de la naturaleza o de la mente bajo el énfasis del "color". Así han sido sus trayectorias artísticas. Sus melodías del color hablan de situaciones sublimadas, todas ellas en levitación pero estables. Conciben mundos que salen de la realidad, y nos acercan a la metafísica. Surge una nueva manera de decir, analizar, transmitir lo que ven y sienten, dejando de lado la copla servil de la naturaleza. Dedicadas a la búsqueda artística Inexistente, transmiten un conocimiento y dominio del color, dentro de tonalidades, extensiones, manchas, formas, arabescos y variados colores recreando la visión. María Teresa Guerrero, 2011
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LA MUJER LIBERADA EN EL ARTE por María Teresa Guerrero En la vida de la mujer, encontramos un gran cambio de símbolos, de íconos, de amarres tanto en las situaciones de comportamiento como ser humano, como en la creación en el arte. Cambios y procesos que se remontan a más de veinte siglos de silencio, lucha, en la participación de la vida política como ciudadana y en la presencia independiente en la vida social, las consideraciones de ausencia, presencia de mujer en las funciones de madre, accionar en la vida cultural, política y social. No es para discutir, si, existieron destellos y brotes de algunas mujer que aparecen en campos externos aparte de su confiscamiento al hogar, a la vida sagrada y/o monástica o al silencio absoluto ante una existencia conformista, resignada en la sumisión y encuentro obligado en su condición del sexo femenino. Esta separación y gran diferencia estuvo marcada desde la formulación los derecho humanos en la época romana. En la época griega, lo femenino simbolizado en la presencia de diosas, representaban las cualidades y atributos del matrimonio (Hera), la Gran Diosa o Tierra-Madre (Gea), la guerra (Atenea), la belleza (Afrodita y Citerea) y entre las mujeres mortales se le dió el nombre de Pándora a la mujer-trampa fabricada por Hefesto, le atribuyó la voz, quien tradicionalmente se designa como la primera mujer lo cual bastaría para comprender que no impide la distancia entre el dios y los mortales. Es la primera mujer femenina en la civilización. La mujer, como todo ser humano, necesitó expresarse y lo hizo de manera silenciosa. Durante muchos siglos, su trabajo en el hogar, además de sus obligaciones, en su tiempo libre empleaba sus manos en labores textiles, de bordado, de oración, deleitándose con la música o en ocasiones tocando algún instrumento. Pero, todo esto se sucedía dentro del hogar, lugar de reclutamiento. La escritura o la poesía o literatura, fue otra de las disciplinas a las que acudió para expresar sus sentimientos. De cualquiera de estos comportamientos la historia tiene ejemplos maravillosos y muy conocidos que le dan a la mujer a lo largo de la historia un papel, o código, o patrón identificable y digno de exaltar. En la época de la Ilíada, Penélope se casa con Ulises, rey de Ítaca, es la mujer fiel, con la gran virtud de la mujer laboriosa, abnegada quien siempre mantuvo la esperanza del retorno su marido Ulises, quien había partido a la Guerra de Troya. Penélope emplea como mecanismo de defensa ante sus innumerables pretendientes, para mantenerlos apartados o a la expectativa aceptaría a alguno de ellos, tan sólo al terminar la manta que tejía de día, y destejía de noche. Penélope, símboliza a la mujer entregada a la misión e ilusión de mantenerse unida y fiel a su marido. DISPOSICIONES DE LA MUJER EN LAS SOCIEDADES GRECORROMANA. La mujer en aquellas sociedades, donde las prácticas corporales y sociales, se unían indisolublemente: pubertad, sexualidad, procreación, matrimonio, celibato, viudedad, bienes poseídos, gestos rituales, funciones sacerdotales se podría pasar una revista sistemática de todos los roles sociales atribuídos a ella. En primer lugar hay que distinguir sobre las diferentes y primarias tareas encomendadas a la mujer: tejido, cocina, servicio, alimentación, curación. Dejando muy en claro, no existe un estudio amplio y especializado en la arqueología sobre las aportaciones de la mujer. Hasta el momento, solo se ha prestado atención al papel del hombre en la historia, sin el énfasis y el reconocimiento sobre el papel de la cultura material de las sociedades ni dejar gran claridad sobrel el papel de la mujer en la casa. Un análisis más extenso de la funeraria serviría para comprender mejor la cultura material como la representación simbólica de las sociedades. Posiciones de cómo dar a la mujer en matrimonio? En Grecia la primera novia, la novia del mito de Prometeo, fundador de la humanidad, lleva el nombre de Pandora, quien fue dada por Zeus. Pandora conducida por Hermes, encantadora y luminosa en su atavío de boda, con su corona, sus joyas, su irresistible cinturón, su velo y su túnica bordada llega a la casa de quien es lo bastante inocente como para aceptarla con alegría. La novia en la boda llega como portadora de dones graciosos a la casa de su esposo. Cómo entender el papel de la mujer: la pubertad, cómo estructurar la casa, su construcción y su concepto arquitectónico, la organización familiar, las riquezas, las posesiones, las jarras, los cofres, el rebaño todo ello se convierten en objeto donde la mujer mantiene una presencia importante. La procreación, necesaria en la unión matrimonial, es para perpetuar y entrecruzar los grados de consanguinidad y parentesco en defensa de los signos de familia. El arte, especialmente en el arte griego, en la mayoría de las estelas está representada la vida de las mujeres su condición social: la adolescencia es entendida como preparación al matrimonio. El matrimonio es a la niña como la guerra es al varón. La vida como esposa de un ciudadano y solo su función reproductora determina la unión matrimonial, cuando llega a la edad en la que no puede procrear, la mujer adquiere un nuevo estatus y escapa a los privilegios especialmente a las prohibiciones que le marcaban la vida. A estos estados a la mujer le corresponden ciertos rituales. Por siglos, la mujer se mantuvo en el anonimato tanto social como político-económico. El papel que ejercía mejor era el del matrimonio. Multitud de estudios consagrados a la mujer, confirman que la mujer de todas las condiciones –religiosas y santas, hijas prometidas en matrimonios o esposas necesitadas- han mostrada la importantcia central del matrimonio en la determinación de su condición. La mujer estaba destinada a entregarse a las funciones de la casa, familia y cuidados de los hijos. La historia de las mujeres se ha construído sobre el destino de las heroínas, mártires y algunas pocas mujeres que llegaron a ejercer el poder. Y sucede, como si en cada generación se volviera a construir una memoria nueva capaz de anudar los hilos rotos del pasado. En silencio expresaba sus sentimientos ya fuera en diarios, cartas, poesía o literatura y algunos casos en el pintura. Sin duda, demostrar las capacidades de la mujer era restaurar una parte de la historia. Fue necesario llegar a la revueltas femeninas, a la liberación femenina de los años sesenta del siglo XX que se inicía la preocupación de llevar a integrar la mujer en los problemas, acontecimientos significativos para que la vida social, política y económica le diera cabida a su presencia y entrará en acción. Durante ese tiempo, la vida de la mujer era silenciosa, entregada al hogar o al monasterio. Debía cumplir las reglas y los modelos de comportamiento de las actividades alrededor de los ambientes. La división entre esfera doméstica y esfera política, incansablemente fue repetida a adoptar la dicotomía de lo privado y lo público, al oponerse a los poderes domésticos de la mujer, la autoridad y la autonomía política del hombre ante la concepción del género desarrollada en las ciudades antiguas. De ahí, que la figura privilegiada para la mujer era el matrimonio. Su actividad, casi siempre anónima, pertenece a la casa y siempre al dominio de la conjetura. Donde a veces son algunos los vestigios, muy íntimos, dejando huellas de herramientas: agujas, peines, hebillas o tijeras que hoy en día han permitido a los arqueólogos desifrar la vida cotidiana de una mujer y sus actividades dentro y fuera de la casa. La concepción tradicional de las artes en los primeros siglos, no se hablaba del género en el arte. El hombre había tomado su primacía, y a la mujer no le permitían relevancia ni destacamiento; aunque sus ideas fueran profundas, su existencia estuvo relegada al hogar, a la vida privada, a las expresiones íntimas. Algunas de las mujeres de la antigüedad se destacaron en la literatura, el mundo religioso, o las artes, pero en general, no le era permitído destacarse ni mucho menos mostrarse como un ser creativo e independiente. El hedonismo adjudicado siempre al hombre, le estaba permitido manifestarse con esplendor en la producción artística, social o político. En cualquiera de los roles, el hombre era la fuente económica, política. Toda oportunidad afianzaba su gloria y dominio. La sociedad en sus diferentes niveles le daba todo reconocimiento y contemplar otra posibilidad siempre le era posible. Por siglos se definió la producción artística, la política vínculada al género masculino. La producción artística femenina, para alcanzar ser reconocida, transcurren varios siglos y atraviesa por tiempos espinoso y complicados. En la vida artística, económica, política y social no tenía cabida la mujer. Debe conquistar procesos que envuelven y reclaman formulaciones y subversiones en varios campos tanto de carácter familiar como social. Levantar la voz de alarma fue necesario para ser oídas tanto en la vida doméstica como en la vida política y económica. Así surge en la vida doméstica la mujer escritora. Convierte el diario íntimo en su mejor amiga, en la reflexión a los acontecimietnos de su vida privada y donde plasmaba y expresaba sus sentimientos. Es en el papel o cuadernillo capaz de guardar los más íntimos secretos de su vida. La mujer durante más de dos mil años estuvo vínculada solo a las manualidades y al trabajo domésticos y esa fue su forma de vida y encuentro con su alrededor. Las labores del tejido, la costura, el bordado, elaboración de colchas en croche y/o retazos le sirvieron de expresión a sus sentimientos controlados y callados. Durante estos tiempos la relación entre las mujeres y los hombres fueron un enigma para la historia. Fue necesario hiciera mella el sometimiento y el dolor intenso y callado produjera la emancipación femenina. Durante años, desde el siglo XIX, paulatiamente, se fueron configurando procesos callados pero intensos a la vez, después de la formación de heridas, huellas y cicatrices en la inteligencia y el alma femenina. CAMBIO DE ESTEREOTIPO EN LA MUJER Si, largo fue el proceso para la mujer, pero hoy en día, ha mostrado un resultado efectivo y de libertad atribuída a ella, como ser humano y que ocupa un ligar preponderante en la sociedad. Como género femenino, en la actualidad, dialoga en todos los planos de la vida con el hombre. La llamada “liberación femenina” fue conquistada en varias etapas según el continente, la región, el país, la ciudad y en diversos campos de acción, reclamando la igualdad de derechos, laborales, económicos, políticos, artísticos hasta llegar a convertirse en un ser con validez ciudadana, con derecho al voto ciudadano, con acciones participativas, y expresándose en todos los campos. Es la búsqueda del bienestar propio y de la familia. Esa lucha, comenzo a darse desde el siglo XIX, reflejando en la forma de vestir las conquistas adquiridas en los diversos campos de acción. La falda fue subiendo, el corsé desaparació, las complicadas vestimentas fueron desapareciendo, pasando por adquirir una nueva forma del vestir al entrar la Segunda Guerra. Por esa época, el estilo del vestido de la mujer se asemeja al militar y al llegar la década de los setenta, después de la revuelta estudiantil en Paris, 1968, entra implacablemente el uso del pantalón. Es en la década de los ochenta cuando el empleo de la vestimenta denominada “blue jean” es la favorita de toda la juventud. El blue jean era propio de la clase obrera del siglo XX. Ahora adquiere “status” y entra como una prenda importante. Se convierte en la vestimenta de la juventud, y hoy en día, hace parte del guardarropa de todas las edades y generaciones. Así mismo, de la conquista se desprenden muchos campos de expresión. El género femenino, habla y se expresa dando un énfasis a su condición. El comportamiento femenino han pasado de reglas muy rígidas e insalvables dentro de la vida a expresarse protestando sobre su vida privada, cotidiana, íntima sin controles ni reticencias. Las reglas de la reserva y de las acciones femeninas estaban protejidas por la discreción. Ahora el destape es progresivo. Del destape en la forma de vestir, la mujer artísticamente hablando, emplea medios, materiales y ensamblajes, instalaciones revolucionarias. La mujer como artista, mira su entorno, analiza su cuerpo, su piel, y hace de ello el tema central su arte. Los espacios reservados a la esfera doméstica, al hogar a lo privado, son ahora expresiones del arte que tiene género. La división en las labores, desaparecen. Ahora son auténticas mujeres expresándose fuera o dentro del campo artístico y professional, y son tenidas en cuenta en el campo político y económico. Sus voces hacen parte activa del entorno y la forma de hablar el lenguaje artístico se diferencia del tradicional. La mujer artista se expresa a través del tejido, las artes manuales, el encaje, las fibras, las telas, enfatizando las reminiscencias de la feminidad y el feminismo. El lenguaje artítico como los medios empleados transgreden la tradición de las expresiones llamadas pintura y/o escultura, y en varias ocasiones, la artista transcribe de manera idéntica los ambientes y espacios del hogar, de lo doméstico a los espacios de exhibición en galerias o museos. No hay secreto alguno, en la representación del mundo de la mujer. Desde los años setenta del siglo veinte, la mujer rompe con todo estereotipo en la creación. El feminismo de las artistas tanto estaunidenses como europeas, y posteriormente en los países latinoamericanos, comienza de manera novedosa y hasta tajante, el empleo de medios vinculados a las labores de la mujer. Técnicas del tejido en dos agujas, crochet, creación de atuendos, bordados, cortes de costuras son la inspiración en las obras incluyendo otras tecnologías –fotografía y computador- como herramientas de expresión. La vida cotidiana les sirve de inspiración, el rol de mujer como todo tema femenistas, es enfatizado en su creación. La obra es un grito de protesta a la feminidad. Son gritos de libertad y de búsqueda. Se les debe oir, contemplar y entender la validez de sus roles en el arte. Nunca antes, la mujer se había iniciado en un lenguaje más discordante, más novedoso y más disímil a la tradición que las protestas en el deseos de hablar un lenguaje propio y tener una voz diferente. Salen de sus entrañas las propuestas. El arte en la mayoría de las épocas estuvo identificado y elaborado por el hombre. Eran ellos, quienes al trabajar empleaban medios identificables con la tradicional pintura (óleo, acuarela, fresco, collage) y al tratarse de la escultura (mármol, madera, metal, piedra, acrílico, papel, vidrio). Ahora a apartir de la liberación femenina, la revolución artística de la mujer en el arte, es identificable con cambios en los materiales, aparecen las instalaciones, transcriben espacios dedicados a las labores del hogar (closet, cocina, guardarropa, baño, etc…) al museo o galería. No existe ningún temor, ningún recelo en su expresión. Todo sentimiento lo expresan abiertamente, gritando los sentimientos, las emociones, las tristezas, los dolores, las pasiones. Los siglos de sometimiento de la mujer a la condición de represión y ajustada a las reglas del comportamiento humano dentro de su papel en la sociedad sujeta a los consentimientos del hombre, la familia y la sociedad desaparecen al manifestarse dentro de la gran revolución de los espacios conquistados, y que ahora sería para siempre y en todos los niveles de la vida, en su rol de mujer y profesional. La mujer artista ocultaba sus trabajos. Cuando se expresaba, consideraba que debía hacerlo en códigos propios del arte de los varones, hasta que la imaginería la fueron transformando, neutralizando y empleando formas de expresión reconocidas por el mundo artístico, por el público y por la crítica. La tradición de las labores de la mujer se divide y todo es permitido, integran a la obra toda clase de materiales,hasta que desaparece la division o distinción del arte por sexo. Muchas de las técnicas y oficios antiguamente relegadas a las actividades del hogar ahora se enseñan en las academias de artes. Texto gentilmente suministrado por María Teresa Guerrero, 2012
REINVENTANDO EL TEXTIL: DEL TEJIDO MANUAL A LA RED CONTEMPORÁNEA.
Por: MARÍA TERESA GUERRERO RAMÍREZ
Curadora – Historiadora de arte. El
escenario en el mundo del arte textil es hoy por hoy contradictorio,
mientras la humanidad evoluciona los más de sus inventos en la construcción
de redes, lazos e interconexiones –en uso sin duda del lenguaje textil como
base conceptual- al mismo tiempo que los artistas –como cronistas de su
tiempo- retornan con más ahínco hacia el tejido como herramienta; los
centros de poder cultural consideran las obras creadas
a través
del
medio textil, no aptas para su exhibición en los museos colombianos,
abandonando el respeto y aceptación de estas expresiones, desconociendo la
altísima actualidad de su lenguaje, considerándolo marginal y sin interés.
Pero cuanto más desprecio sienten por el arte textil los centros de
exhibición artística, más se evidencia en la cotidianidad humana la vigencia
actual y futura del concepto base de la contemporaneidad: RED.
La
concepción y ejecución de la obra bajo la labor manual, es en primera
instancia un acto de respeto por la primera herramienta que el hombre posee,
es
un acto de consciencia del poder transformador en sus manos, un ejercicio
que es en varios escenarios de las artes mal interpretado y aparentemente
entra en desuso su comprensión y aceptación; simplemente porque no se ha
notado que su lenguaje y su estética ha permeado desde las artes distintos
escenarios fuera de las salas de exhibición en el entorno de lo cotidiano. El
trabajo textil concentrado en la flexibilización, modulación, transformación
y entrecruzamiento del material seleccionado -sean fibras, hilazas ó
materiales industriales-se convierten incondicionalmente en generadores y
transformadores de trabajos armados con sentido modular, los cuales permiten
encajar y crear superficies nuevas y cercanas a
Claudia Hakim, Clara In
és Palau, Alicia Llorente y Mónica de Rhodes,
cuatro
artistas del textil que presentan su trabajo en la exposición: REINVENTANDO
EL TEXTIL.
Muestra plástica en la que ellas nos ofrecen una cita con su lenguaje, con
su estética, con su manera de tejer una sintaxis donde lo onírico y lo
exterior se dan cita, planteando una nueva estética textil al material
seleccionado, gracias a su dominio, propósito y conceptualización. Su
maestría las identifica y diferencia claramente, llevándolas a
la
radicalización de sus cuatro formas de trabajar en propuestas escultóricas,
objetos textiles que plantean grandes cambios en la concepción tradicional
del tapiz. Son
cuatro caminos dentro de los cuales se reinventa el textil permanentemente.
Son una generación en búsqueda constante de nuevas vías estéticas y de las
diversas categorías temáticas. Habilidades adquiridas de un colectivo
artístico que se encuentra y demuestra la importancia, actualidad
comunicacional y plástica de la expresión en este campo, para darle una
nueva lectura cambiante y profunda a las propuestas dentro de esta
sensibilidad, donde la teoría y la práctica cuestionan el discurso
hegemónico de la crítica, y posicionan este
campo en el camino del entendimiento entre la cultura y
la
vida actual.
No
debemos olvidar, arte es la producción de series de interferencias,
tradiciones, innovaciones, lecturas de una cultura en construcción. Es donde
la circulación del público, sus visiones y entendimientos comienzan a
concebir y ganar significados; enriquecimientos de la imaginación,
dependiendo de las clases sociales y usos
dentro de las cuales la obra es apreciada y contemplada. Bajo esta
perspectiva, el arte textil también depende del uso de las herramientas y
materiales, como es manejada su ambigüedad y como es transformada, hasta
llegar al espectador que la valore y comprenda. El arte necesita de
variaciones, de encuentros nuevos y palpables, símil de su tiempo, dando
respuestas que desde lo personal se hacen universales al encontrar el
espectador que valore y descubra su ambigüedad y el nuevo campo creativo. Por eso
hay que enfatizar la importancia de encontrar grandes y variados caminos en
la producción de la obra de arte, invocar la producción de nuevas
expresiones, constructores dentro de la complejidad de la creación. Ampliar
el panorama y comprensión del fenómeno y concepto del arte textil no debe
estar lejos de su proceso, de su conocimiento de la complejidad del ser
humano. Un lenguaje contemporáneamente idóneo para entender la inclusión de
los diversos mecanismos del mundo. Así
se descubre la importancia y legitimizaci
ón de los poderes que trascienden en el discurso de la cultura textil
moderna basada en la trascendencia y valores de ejecución y manipulación. El
discurso de la modernización y actualización de las artes textiles es símil
del lenguaje tecnológico, a la visión del progreso y egocentrismo de la
geografía, la sociedad, la cultura y la economía. En términos actuales, si
hay algún lenguaje artístico que pueda acercarnos a los mecanismos físicos
mediante los cuales avanza y crece esta era tecnológica es sin duda el
textil, la alternancia de la aparición del otro como expresión que nos
enseña con su lenguaje el arte de crear redes, establecer lazos y expandir
fronteras mediante su labor diligente y antiquísima de entretejer;
naturaleza de actualidad irrevocable que queda de manifiesto en ésta
muestra, que revitaliza sin duda la necesidad de analizar acuciosamente las
propuestas presentadas en Reinventando el Textil. Texto gentilmente suministrado por María Teresa Guerrero, 2014 Subdirectora del Museo de Arte
Moderno, 1975 a 1976. Dirigió desde 1978 el Programa
Fue Miembro del Comité de Artes Plásticas del Banco de la República entre
1985 y
Tomado del Folleto El Dibujo de Monica Meira - Galería Espacio Alterno, 2015 CAMILO CALDERÓN:
Con el transcurrir el tiempo y el traslado de Camilo Calderón al lado deí mar, (Cartagena), la reflexión sobre su obra marca un giro de 180 grados, un opuesto al manifestado en el centro del país. La contemplación del mar, el viento, la brisa, esas constantes fluctuaciones, lo Invitan a una temática más pausada, rítmica en la acción, con grandes preocupaciones por la topografía, la cosmovlsión, la espacialldad, la geografía, a lo que el artista ha llamado: NOSTALGIA A LA ERA DE LA CLOROFItA como resultado de ese alimentarse de los efectos frescos y armoniosos del clima costeño; sin abandonar su preocupación por el maltrato y exacerbada explotación del planeta: la deforestación de los bosques, la basura en los ríos y mares, constituyéndose en un comunlcador más que anuncia el “SOS” apocalíptico que nos expresa la naturaleza. El artista, no está en un mundo aislado. Lo que
vive, lo que lo rodea y lo acompaña, originan Influencias y marcas
Indelebles en su conciencia, llevándolo a modulaciones y búsquedas
delineadas en mucho por la actitud y el amor por el lugar de residencia e
Investigación, y por ende al trabajo. Recordando y acentuando en su trabajo
estético, toda situación. María Teresa Guerrero Ramírez Curadora Texto suministrado por la Galeria Espacio Alterno, 2017
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